domingo, 4 de diciembre de 2011

Borregos con cámaras de fotos

"Fotografiar es colocar la cabeza, el ojo y el corazón en un mismo eje."

Los borregos desvirtuan la fotografía para hacer de ello el arte de los vagos y los tontos. Qué atrición al arte, si Niepce y Louis Darregue, padres de la fotografía, hubiera sabido el uso que le da esta escoria humana a su aportación en la historia, se lo hubiera pensado dos veces.

Disparan fotos compulsivamente intentando retratar su oligofrenia en cuantas más fotos mejor. Cada disparo es una afirmación de dilación mental. Son objeto de estudio. Hacen de la fotografía no un concepto, sino un accidente.

El autoretrato exacerbado es propio de gente sin identidad propia, no persiguen ningún interés, ningún reto, no saben ni por qué lo hacen. ¿Cuál es el propósito que persiguen estos sujetos? No se sabe, lo que sí se puede afirmar es que han habido muchos hijos tras incestos. Niñas y no tan niñas haciéndose más de cien fotos en una sola tarde de su cara, niños más de lo mismo. Creo que a los científicos se le fue las manos con Dolly y acabaron creando hibridos.



La diversión de la noche es inversamente proporcional al número de fotos. Si yo me lo estoy pasando bien, lo  último que se me ocurre es interrumpir la jarana haciendo fotos. No paro de ver gente cuando sale de fiesta, aquí he de generalizar, sobre todo mujeres, son los sujetos más influenciables en cuanto a modas virales estúpidas. Capaz de gastar un cuarto de noche haciéndose fotos, capaz de gastar todo el tiempo de su ocio en despropósitos.

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